El proceso creativo de Cauca, madre de los bosques estuvo determinado por diferentes circunstancias que dieron forma al resultado de maneras en las que no hubiéramos podido predecir. La pandemia obligó a que la colaboración en las composiciones se hiciera de forma remota, por lo tanto, se asignaron pautas dentro de la estructura general, sin embargo, cada uno tenía libertad sobre el desarrollo motívico, armónico, rítmico y conceptual de los temas. Esto permitió que el desarrollo de este trabajo colaborativo estuviera permeado de la concepción musical individual y en ese sentido los resultados fueron muy nutritivos, además de esto, para ambos es una experiencia nueva la exploración literaria con fines programáticos en la música.
El trabajo de campo permitió establecer un puente entre los conceptos académicos y manifestaciones tradicionales, esta conexión se estableció a partir de las entrevistas, las cuales dieron fe de las diversas maneras en las que la música forma parte de la cultura y atraviesa diferentes saberes ligados a la tradición oral, todo esto reconociendo la chirimía desde una concepción holística aprendiendo sus raíces históricas, la forma de interpretar los instrumentos endémicos a partir de su concepción rítmica, melódica y armónica, cómo se construyen y su lugar e importancia dentro de la cotidianidad de la región.
El contacto directo con la chirimía arrojó luces que permitieron encaminar las composiciones; nos apoyamos en las vivencias para tener una comprensión a profundidad de la propuesta musical tradicional para absorber el lenguaje y poder codificarlo en composiciones verosímiles que lleven los códigos que dan identidad a la chirimía.
Durante el desarrollo de la materia de orquestación se establecieron pautas muy relevantes que se vieron reflejadas en las respectivas orquestaciones, como los doblajes, la creación de mixturas entre el foreground, middle ground y background. La aproximación a la orquesta se dio desde el carácter rítmico propio del bambuco y el pasillo, las frases que acompañan tienen su origen en los motivos endémicos de lo tradicional. Una de las limitantes importantes fue el registro y tesitura de la flauta de carrizo, esto necesariamente hizo que la construcción del discurso partiera desde este instrumento, esto a su vez permitió que la orquesta cargara con el peso armónico con el fin de cumplir con el objetivo programático de la música. Un concepto importante a la hora de abordar las orquestaciones fue propuesto por nuestro asesor Daniel Álvarez y partía de la pregunta ¿qué tan Caucana suena la orquesta?, esto inmediatamente nos remite al contenido rítmico de la chirimía. La metodología de trabajo que dio más frutos para orquestar este tipo de música estuvo planteada a partir de la transcripción de las melodías principales de las flautas y los acompañamientos de las mismas, para tener un punto de referencia que permitiera el desarrollo de la orquestación desde los instrumentos de registro bajo inspirándonos en los patrones rítmicos de las tamboras.
La entrevista con Damian fue el pilar para proponer el desarrollo conceptual y programático de las piezas. Al leer su obra nos encontramos con unos textos que inmediatamente resultaban muy evocativos, en ese sentido, no fue difícil darle forma a la propuesta musical ya que la obra de Damian establece la base de lo programático de forma implícita.
En el aspecto personal este proyecto tuvo un impacto significativo. Por un lado, Andrés tuvo un contacto con el Cauca y su música que de otra manera no hubiera sido posible, salir de la burbuja que impone la ciudad se convirtió en una obligación del oficio, el interés en desentrañar la cultura de la Colombia profunda permitió gestar una necesidad de conciencia y conocimiento del país. Para Juan José la chirimía es el "primer amor" musical, en ese sentido la importancia del proyecto tiene que ver con la retribución y el aporte a una tradición que siente profundamente suya, pudiendo relacionar la formación académica con la necesidad de una voz propia. Estar en contacto con manifestaciones musicales ajenas al propio contexto permitió transformar discursos académicos y convertirlos en experiencias palpables de inmersión cultural, dio la oportunidad de gestar un crecimiento que trasciende los libros y los conceptos para desarticular paradigmas y crear una curiosidad insaciable en la búsqueda de la identidad artística.
